Estos son sólo algunos de los encabezados escritos en los diarios nacionales con respecto al conflicto financiero de E.U.A., que consiste básicamente en la crisis del sistema hipotecario, el cual se extiende por todos los mercados financieros del mundo y que ha generado numerosas quiebras financieras, nacionalizaciones bancarias, profundos descensos en las cotizaciones bursátiles y un deterioro de la economía global que ha supuesto la entrada en recesión de algunas de las economías más industrializadas.
Todo ello conlleva a la pregunta sobre la eficiencia del sistema capitalista, que por muchos años y en muchos lugares de la Tierra resultó benéfico para pocos y desventajoso para algunos.
Si bien es cierto que un sistema económico está orientado a controlar la estabilidad económica de un determinado lugar, la eficiencia de esta no puede preverse con anticipada certeza y tan sólo vive en el mundo de la mente y de los cálculos como meras ideas hasta que no es puesto en marcha y sus efectos manifestados en la sociedad, sin embargo ¿quiénes son los responsables de formular las teorías económicas que se ponen en marcha en un determinado país? ¿Acaso se toman en cuenta todas las variables implicadas? En la mayoría de los casos las cosas no son tan alentadoras. En realidad lo que plasma una teoría económica es la manera de administrar los recursos y estudiar aspectos relacionados con la moneda, el comercio internacional y la producción de bienes, el ciclo económico, la teoría del equilibrio, la inflación, el ahorro, la inversión y otros aspectos macroeconómicos.
Así como a lo largo del tiempo han existido modelos económicos, así seguirán existiendo formas de administrar los bienes materiales ya que permite dar un sentido de ordenación a las cosas, tal y como sucede en la naturaleza que desde el insecto más insignificante hasta la criatura más compleja existen leyes que los norman y rigen a fin de establecer un equilibrio entre las partes que conforman la compleja red de la vida, pues si fuera de otra manera la existencia en este planeta sería una completa anarquía.
Si consideramos el hecho de que las cosas en este mundo de tres dimensiones están ligadas a las leyes de la evolución e involución, no es difícil el entender que hasta el más elaborado pensamiento resulta en un futuro ser inadecuado para las circunstancias que le rodean, es decir, las cosas en este mundo tienen un ciclo de vida parecido a las plantas, proceso en donde se involucra el nacer, crecer, desarrollarse y por último dejar de existir, así ha ocurrido con las culturas del mundo: la griega, la romana, la egipcia, la caldea, la asiria, la mesopotámica, la azteca, la maya, etc., en donde cada una en su momento tuvo su origen su esplendor y finalmente su desaparición.
México como país dependiente de la economía norteamericana se ve amenazada por la crisis que sufre Estados Unidos. El panorama no es muy prometedor, sin embargo ¿qué propuesta tenemos para enfrentar la crisis? Ninguna. Y eso no es lo peor del asunto, vivimos una etapa en donde influenciados por los medios de comunicación y demás problemas humanos no consideramos lo que pueda pasar en adelante, somos una sociedad en donde no importa lo que al otro le suceda mientras uno mismo se encuentre bien. Y esto es algo que no se ha contemplado en los sistemas económicos, en otras palabras, estas estrategias de desarrollo se enfocan desde la parte externa que conforman las piezas de la economía sin tomar en consideración al hombre como tal, como parte de una sociedad que es vulnerable a los cambios y tan compleja como la mima estructura de una célula.
Desde mi punto de vista, deberíamos ser más abiertos de criterios y proponer cosas que estén encaminadas a mejorar nuestra permanencia en este mundo y algo que considero un punto clave es el de comenzar por tratar de conocer nuestros errores personales y de sociedad, tratar de cambiarlos y trabajar en conjunto como una unidad imitando los mismos procesos naturales tal como lo es nuestro propio cuerpo, cada célula trabaja para todos los órganos y estos a su vez trabajan para cada célula y en donde el mal funcionamiento de alguna parte afecta al todo. Es pues indispensable el concebir la idea de trabajar en conjunto realmente y no como una buena intención, cuando cada uno de nos se de cuanta de su propios errores y comprenda la necesidad de cambiar entonces la construcción de una mejor sociedad será posible, pero mientras siga existiendo en nosotros la idea de tener más y estar por encima del otro sin importar la manera en como lo supere la situación a futuro no será muy prometedora.
Se dice que los culpables de los problemas sociales son los políticos, los gobernantes, etc., pero en realidad porque no podemos criticarnos a cada uno de nosotros, es muy fácil el lanzar críticas a los demás pero ¿porque no comienza se comienza con uno mismo, con buscar nuestros propios errores y en vez de hacer más grande el problema proponemos una solución?
El título de mi entrada lleva precisamente el título de “UTOPÍA” porque mientras no exista una verdadera necesidad de transformarse a uno mismo cualquier sistema económico por muy eficiente que sea tarde o temprano terminará en crisis, mientas gobernantes con ciudadanos, trabajadores, maestros, estudiantes, etc., no trabajemos por hacer de nuestro mundo algo mejor, la idea de construir una mejor sociedad solo seguirá siendo nada más que eso: “UTOPÍA”.