Es muy frecuente encontrar en algunas Universidades públicas y privadas del país, al grupo de los “porros” (palabra que se deriva originalmente de “porra” haciendo referencia al grupo de animadores de algún grupo deportivo), los cuales son miembros de una organización que persiguen distintos intereses particulares, ya sean éstos políticos o económicos, basados en la violencia organizada. Tales organizaciones se caracterizan por obstaculizar la vida estudiantil mediante actos de vandalismo, asaltos, coerción económica y golpizas sistemáticas a cambio de beneficios económicos, prestándose como grupos de choque que desprestigian las instituciones de educación media superior. Los grupos porriles son reconocidos por las autoridades como "organizaciones estudiantiles" que incluso participan del presupuesto de las instituciones. Estos grupos organizan acciones vandálicas dentro y fuera de las escuelas.
Todo esta serie de cuestiones surgen a raíz de interese políticos de grupo, es decir, para células políticas determinadas estas agrupaciones son una fuerte arma para combatir a los grupos a quienes consideran sus enemigos de lucha, pero ¿que hay de transfondo en todo esto? Lo único que resalta a la vista es la falta de escrúpulos de quien a costa de intereses ajenos usa a estas organizaciones para intimidar a otros y así seguir disfrutado de todos los privilegios que le confiere el cargo a su favor, además de que habla de la falta de responsabilidad social y ética.
No es extraño el que este tipo de violencia siga existiendo en un país como el nuestro, lo peor del caso es la manera en que ocurre y en donde ocurre, siendo los escenarios las Universidades más representativas del país como son la UNAM y el IPN lo contradictorio aquí es que siendo estas instituciones íconos de la educación en donde se forjan los principios y valores para hacer del hombre un ser conciente se dan estos sucesos antagónicos en donde los valores éticos se desbordan y toda la teoría social se usa a manera de meras conveniencias particulares.
Tdodo esto nos muestra el verdadero contexto de nuestro país, pues a manera de comparación podríamos tomar como ejemplo a las Universidades para argumentar que los principios de educación se pierden poco a poco y la dignidad en el hombre desaparece poco a poco.
No es extraño el que este tipo de violencia siga existiendo en un país como el nuestro, lo peor del caso es la manera en que ocurre y en donde ocurre, siendo los escenarios las Universidades más representativas del país como son la UNAM y el IPN lo contradictorio aquí es que siendo estas instituciones íconos de la educación en donde se forjan los principios y valores para hacer del hombre un ser conciente se dan estos sucesos antagónicos en donde los valores éticos se desbordan y toda la teoría social se usa a manera de meras conveniencias particulares.
Tdodo esto nos muestra el verdadero contexto de nuestro país, pues a manera de comparación podríamos tomar como ejemplo a las Universidades para argumentar que los principios de educación se pierden poco a poco y la dignidad en el hombre desaparece poco a poco.
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